La mayoría de personas en el mundo han estado alguna vez apuntados a un gimnasio. Algunos lo han hecho porque se lo ha recomendado el médico, otros para sentirse más sanos, para pasar un rato de deporte agradable, para perder esos kilitos después de navidad o antes de verano, o simplemente para ponerse como un croissant. El caso es que la mayoría de la gente aguanta muy poco tiempo con el hábito de hacer deporte, y, en mi opinión, las razones suelen ser siempre las mismas, a pesar de poner excusas como no tener tiempo o dinero. Existen principalmente dos razones por las que la gente abandona el gimnasio poco tiempo después de apuntarse:
1. Exceso de trabajo en los primeros días.
2. Desmotivación al ver que no se avanza, o el avance hacia los objetivos es muy lento.
En las siguientes lineas, daré mi consejo personal sobre como lidiar con estos problemas e iniciarse en el deporte creando un nuevo hábito que sea duradero en el tiempo.
La primera barrera es el exceso de trabajo al apuntarse al inicio. Imagina que eres una persona sedentaria, y decides comenzar a hacer deporte. Te apuntas al gimnasio y comienzas, literalmente a destrozarte. El primer día estás muy ilusionado con el deporte, sientes que estás haciendo lo que debes. El segundo día empiezan las agujetas, y vuelves a machacarte, como un campeón. El tercer día, ya el dolor de cuerpo es muy grande, y llevas dos días seguidos yendo, probablemente no pase nada por faltar un día. Así que pronto la nueva rutina se convierte en un infierno, y tu no estás dispuesto a vivir en un infierno.
Entonces, ¿cómo se deben iniciar los entrenamientos para asegurar que seremos capaces de mantenerlos a largo plazo? En primer lugar, quiero dejar claro que hay dos grandes enemigos en el mundo del fitness: el ego y las prisas. En este caso, nuestro máximo enemigo será la prisa, querer empezar la casa por el tejado. Es decir, queremos ponernos hechos unos mazacotes antes de acostumbrarnos al hábito de entrenar y nutrirnos correctamente. La solución es empezar de forma progresiva, si tu objetivo es correr una maratón, no quieras empezar el primer día corriendo una media maratón, lo lógico es empezar corriendo 15 o 20 minutos a tu ritmo, y poco a poco ir aumentando tanto en intensidad como en tiempo.
En el mundo del levantamiento de pesas ocurre igual, si el primer día quieres levantar 200 kg, probablemente al día siguiente no puedas levantarte de la cama, y además te lesionarás. Quiero decir con esto que la mejor forma de llegar a una gran meta, es poniéndote metas pequeñas, y la mejor meta al iniciarse en el gimnasio es habituarse a ir de forma asidua a entrenar.
Para ello, es importante reducir los dolores y evitar las lesiones, por lo que mi consejo al iniciarse es el siguiente:
- Iniciarse con una rutina full body o torso-pierna, es decir, que no entrene cada día un músculo de forma aislada, si no que estimule todo el cuerpo mediante ejercicios compuestos, de esta forma, se reducirá la fatiga sobre cada músculo y los dolores serán mínimos. Pero, como aún no sabes cual es esta forma de entrenar, lo mejor es que le preguntes a tu entrenador como debes hacerlo, seguramente el te ayudará más que yo. Si no, puedes buscar en internet información sobre este tipo de entrenamientos, aquí te dejo dos enlaces muy buenos para ello:
- Levantar poco peso hasta que nos acostumbremos a hacer los ejercicios con la técnica perfecta. Tened en cuenta que es la primera vez que hacemos los ejercicios, y que hacerlo mal podría tener malas consecuencias para tu salud, por eso, aunque veas al petado de al lado levantar 3 veces su peso, tu centrate en realizarlo de forma perfecta, con poco peso para entrenar la técnica. No tengas prisa y pronto empezarás a ser capaz de mover más peso. Recuerda que a veces menos es más.
Por eso es importante que te informes bien antes de hacer un nuevo ejercicio, y que primero lo practiques sin peso, y hagas algunas series subiendo unos kilos para llegar progresivamente a tu RM (RM=Repetición Máxima=Máximo peso con el que puedes hacer un número determinado de repeticiones).
El segundo obstáculo del que hablábamos al iniciarse en el gimnasio es la falta de motivación al ver que el avance hacia el objetivo es lento o inexistente. Creo que esto suele pasar por dos razones:
1. No se tiene un objetivo claro y definido. Es decir, vas al gimnasio y simplemente tu objetivo es: ponerme fuerte, ponerme grande, adelgazar, aumentar resistencia... pero ¿cuanto? Creo que es esencial ponerse una meta realista, y asociarla a un periodo de tiempo si es necesario, un buen objetivo, por ejemplo, puede ser correr 6 km en media hora para dentro de dos semanas, perder 2 kilos de peso corporal en el próximo mes, ganar 1 kg de musculatura en mes y medio... Pero ojo, el objetivo debe de ser realista, no puedes ganar 7 kg de músculo en un mes, y si puedes perder 10 kg en una semana, pero sería nefasto para la salud. También es importante dividir las metas en submetas, de esta forma, como ya he mencionado, tendremos un impulso hacia delante, recuerda que una escalera está formada por muchos peldaños menores.
2. No se tiene una buena planificación para cumplir el objetivo. Este es el tema más complejo, y es el que se tratará más a fondo en los siguientes post de esta serie, ya que, según el objetivo, habrá que actuar de una forma o de otra, y lo principal es usar el sentido común.
No obstante, quiero dejar claro que los avances son lentos, así que no te vengas abajo por un simple estancamiento.
Un último consejo: no te compares con nadie que no seas tu mismo ayer, es decir, esfuérzate por superarte cada día a ti mismo, no por superar a otros, porque las condiciones de cada uno son diferentes.
Y hasta aquí mi primer post, espero que os guste y que os sirva de ayuda. Si es así, compartidlo en las redes sociales y seguid nuestro twitter: @vidayfitness1
Saludos!!
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